Pulgones
DISCRIPCIÓN
Las especies más importantes en Argentina han sido históricamente el Pulgón verde del duraznero (Myzus pericae), normalmente de color verde, y el Pulgón verde de la papa (Macrosiphum euphorbiae), de tonalidades marrones a rojizas. En los últimos años se ha establecido en muchas zonas el Pulgón negro del algodonero (Aphis Gossypii), un pulgón grisáceo con los sifones y las patas negras, más tolerante a insecticidas fosforados que los anteriores.
DAÑO
Los pulgones causan dos tipos de perjuicios al cultivo de papa. En primer término, al picar las plantas, las colonias establecidas inyectan saliva tóxica que produce marchitamientos, crecimiento lento y manchan las hojas con sus deyecciones, que posteriormente se ennegrecen a causa de hongos (fumagina). Las formas aladas que colonizan o dispersan las especies, pican varias plantas antes de establecerse, y tienen la capacidad de transmitir enfermedades virósicas que se traducen en escasa o nula producción.
SOLUCIÓN
Las técnicas actuales de control promueven el monitoreo de adultos en trampas atractivas para reconocer la especie (y con ello el tipo de virus que es capaz de transmitir), según el nivel de población o densidad del ataque.
Los controles químicos deberán efectuarse con los productos que, además de ser efectivos para el combate de la plaga, respeten los enemigos naturales (micro-avispas parásitas), a fin de que estos logren mantener luego la población a niveles no perjudiciales.
Hay en el mercado productos de gran efectividad, algunos muy específicos que en dosis adecuadas no causan gran mortalidad de los enemigos naturales y otros que por ser aplicados en el momento de la plantación, mojando la semilla, protegen el desarrollo inicial de la planta manteniéndola libre de estos enemigos.